5.9.08

Sevilla Reza Cantando...

Estas letra, escritas por Pascual González (componente de los Cantores de Híspalis), son realmente emotivas. Es capaz de ponerte los vellos de gallina, sobre todo si la escuchas.

Yo no las he podido subir aquí al blog, porque no la encuento en ninguna pagina para poder ponerla aquí, pero si quereis, la podeis escuchar en el CD de Cantores de Hispalis, llamado Sevilla Reza Cantando.
Solo deciros, que disfruteis, y ¡que los guste!..sobre todo si sois cofrades o Sevillanos.!
[*]En Sevilla, el amor es una cruz de martinete y fragua, una fuente en doña Elvira, un balcón en santa marta, una glorieta de rimas, una blanca inmaculada, una hostería de tenorio, y una historia de mañana.
En Sevilla, en Sevilla el amor es una capa negra con cintas bordadas, la almena del alcázar, un suspiro de Triana al vuelo de una paloma, al trigo de una guitarra, y un geranio ensangrentado de romántica fragancia, ¡hay! En Sevilla, en Sevilla el amor, es simplemente… un beso de la giralda.
[*]Sevilla, la milenaria, la vieja abuela de cuentos y de historias legendarias, que me lleva en sus recuerdos aquella primera marcha, que escuchaba to los años por el parque de mi infancia… viendo a la virgen del mundo, con fantasía… y con magia.
Fantasía, fantasía ya es Sevilla desde que Dios la fundara, que todos sabéis hermanos, que la historia no está clara, que si Hércules o mercar, que si fenicios tartesos, pero yo estoy convencido que la creó el padre eterno.
Y aquí, aquí fue imaginativo, fantaseó con sus sueños, y a la tierra le dio duende de fresen por nuestros suelos, y nos techó con su gloria, que palio azul más bien hecho.
Y lo regó con la magia que solo existe en el cielo, por eso esta tierra es sabia en padre nuestro y en credo, porque dios colgó a Sevilla un Gran Poder en su cuello, con una cadena santa de antifaces nazarenos.
Que magia tiene en sus manos, cuando le rezo y le ruego, por magia y pos fantasía para mis coplas y versos, que sería de Sevilla sin tenorios con espadas, sin carne de cigarreras, y fígaros de alcazabas, ¡escuchad! Cuando maría nazarena quiso que la cortejaran, sombras y luces morenas de florestas sevillanas, y agüita de primavera que a su paso refrescaran sus sandalias costalera, y la flor que hay en su cara, no pudo pedir al cielo mejor nombre que el que ampara, su blanco palio de luna, su manto blanco de nácar, su blanco pañuelo blanco, y su blanca candelaria, que ilumina la belleza y blanquísima fragancia, desde que abre sus puertas, domingo de blancas palmas,
Y hay que ver que chiquitita, solo tres letras la llaman, hay que ver con qué poquito bautizaron su mirada, que no hay nombre más bonito en la tierra pa llamarla, quién no se acuerda un ratito, to los días de su semblanza, España entera en un grito sale pa vitorearla, cruzando los puentecitos que la llevan a sus plantas, al fin de la media luna, y alfombra de bella plaza, para sentir su dulzura de blanco sosiego y calma.
Gustavo Adolfo y Cupido, de su glorieta se escapan, para ver la mansedumbre entre varales de plata, paseando sus dolores, su refugio y su esperanza, derrochando sus primores, por la puerta du su casa.
El poeta, el poeta con sus versos le entrega una rima sacra, y el ángel los corazones de quien por sus flechas ama, y con ello, con ello los quinteros que nunca a su cita falta, para llevarles sainetes que sonrían en su cara, y una copla macarena a su reina canta Juana, mientras machado recita una plegaria tonada, sobre música de albéniz, de fonte anta y de falla, mientras Manolo, Manolo y Antonio de los Santiagos de casta, la llevan hacia Sevilla, en busca de la giralda.
Y hay que ver que chiquitita, sólo tres letras la llaman, ¡hay que ver con qué poquito bautizaron su fragancia, que no hay nombre más bonito en la tierra pa llamarla!, quien no se acuerda un ratito to los días de su semblanza, ante las guerras y el odio, ante el hambre y la venganza y ante tanta villanía de perversos pederastas, de violadores infames, de corrupción y de mafia, ¡quien no se acuerda un ratito to los días de su semblanza! Ante el poder que extorsiona, oprime, esclaviza y banda, y ante el terror que se oculta, de los ojos de giralda, disfrazado de asesino, para matar nuestra raza.
¡Quien no se acuerda un ratito to los días de su semblanza!, paseada entre varales, seguida por toda España, derrochando por el parque de María Luisa Fernanda, la paz que clama la tierra, y allí encuentra, ante sus plantas, llenas de paz mi camino, dame con tu paz la calma, y de paz siembra el destino de mi vida y de mi alma, ¡ella! ¡Ella es la virgen del mundo! La que en su belleza guarda, la paz que a Sevilla lleva, con fantasía y con magia.
[*]Andén del ayuntamiento, entre naranjos y piedras, noche de lunes santo, silencio de plaza nueva.
Un palio de plata y agua, poquito a poco se aleja, capricho de buen cofrade, amargura en su trasera, ¡esa chicota es de oro! ¡Cómo anda! ¡Quién la lleva! Cuadrilla para un museo, donde la virgen es reina!
[*]Son las cuatro de la tarde, la calzada en su gran fiesta, y Pilatos a Jesús, al mismo barrio lo entrega, ¿Que lo maten? ¿Quién lo a dicho? ¡Que ni lo toquen siquiera! Calle oriente, martes santo, tarde de sol, ¡primavera!
El puente está esperando, para llevarte hacia fuera, donde te espera Sevilla para cantarte saetas, para decirte oraciones y piropos, palmas vítores, promesa…
El puente te está esperando, para contarte sus penas, para decirte que tu barrio, que ya no es barrio siquiera, se reúnen para verte, calle oriente, martes santo, tarde de sol, ¡primavera!
[*]Hosanna, Cristo y María por callejas y plazuelas, arcoíris de antifaces, aromas de primavera, incienso, flores y espartos de chicotas costaleras, espartos de largas colas, iluminarias de cera.
La noche, la noche sabe a silencio y a marcha campanillera, a madera de capilla y a tambor con bordonera, cada estación con su duende, de procesión cofradiera, Sevilla siempre en su sitio, sabiendo estar y a l espera, de que el quejío de un lamento en sus entrañas las hiera, cuando arrojan los balcones oraciones saeteras, que se clavan en el yunque de la nostalgia fragüera, ¡que dios te salve Sevilla, por rezar a tu manera!
[*]Viernes santo, madrugada, renacimiento cofrade para una Sevilla que se viste de gala, para vitorear y aclamar a sus dos esperanzas, a cuál más bella, marinera morena, macarena y amor, piropear y cantar a sus angustias, seguiriya entre varales, bulerías de san Román, y clavar la rodilla en tierra, ante Jesús nazareno su paso hacia el calvario, con un respetuoso, y fervoroso, silencio.
[*]Yo quiero ser costalero, señora, de tu palio de azahar y plata, de candelabros de color, de bambalinas que danzan sobre los doce varales que rodean tu semblanza…
Yo quiero ser costalero señora, y sentir en mis espaldas, la belleza de tu rostro sin poder verte la cara, porque tú, tú estarás arriba, y yo abajo, en tu morada…
Yo quiero ser costalero señora, y ceñirme negras fajas y calzarme zapatillas que te llevarán a rastras, como a Sevilla le gusta, chicota, silencio, y basta…
Yo quiero ser costalero señora, y dejar tranquila mi alma y que mi sevillanía experimente la hazaña, de sentirme costalero, de María Inmaculada.
[*]Queridos amigos y cofrades de Sevilla, si en la cota más alta de nuestra larga trayectoria musical, nuestros destinos artísticos afluyeron por diferentes caminos, no hay que darle más vueltas a la noria del porqué, porque estamos convencidos de que dios quiso que así fuera, dejamos de ser un Guadalquivir de coplas, para convertirnos en afluentes del mismo, más pequeñito, mas chiquititos, pero de seguro que por nuestros cauces, seguían corriendo las aguas de nuestros sentimientos más profundos, por la tierra, a la que hemos dedicado, gran parte de nuestras vidas; desde el pan duro del sacrificio de nuestros comienzos, allá por la segunda mitad de los setenta, hasta el Everest de la conquista del mundo al son de nuestras sevillanas.
¿Cómo olvidar ese logro y esa consecución? ¡es imposible! Imposible, por mucha distancia que hayan separado a nuestros respectivos afluentes, y Sevilla, tan singular para sus cosas, nos confluyó, nos encontró, y nos dirigió al viejo arca de nuestros muchos e importantes proyectos, del que sacamos y desempolvamos, este Sevilla reza cantando, en el que estamos, naturalmente, porque dios quiere que así sea, razón más que importante, para que con el testimonio de Sevilla, con el testimonio de todos ustedes, brindarles, nuestra oración más sincera.
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